El modelo A, consiste en que los partidos políticos reconocidos son financiados por el Estado de manera igualitaria. Es decir, que todos tienen una suma neta durante las elecciones. En esta, no se permite ningún tipo de donación privada, y todos los gastos son públicos.
El modelo B, consiste en que los partidos políticos reconocidos son financiados únicamente por donaciones privadas (personas naturales, empresas, etc.), y no tienen necesidad de publicar los gastos al electorado.